A la hora de acometer reformas integrales en Leganés hay que tener en cuenta una serie de puntos relacionados con la convivencia vecinal. Lo que nos interesa en este nuevo post del blog es saber si hay un horario determinado que respetar al hacer obras. Es algo que tiene que figurar en los estatutos de la comunidad.
¿Hasta qué hora puedo hacer ruido?
En el artículo 7.1 de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) vemos que: “el propietario de cada piso o local podrá modificar los elementos arquitectónicos, instalaciones o servicios de aquél cuando no menoscabe o altere la seguridad del edificio, su estructura general, su configuración o estado exteriores, o perjudique los derechos de otro propietario, debiendo dar cuenta de tales obras previamente a quien represente a la comunidad.”
No podemos alterar la seguridad, la configuración o la estructura de los edificios, ni en el interior ni en el exterior. Por supuesto, tampoco se puede interferir en los derechos de otros propietarios.
En Tomás Monsalve te recordamos que la normativa recoge que el horario para hacer obras en casa es de lunes a viernes y hasta las 21:00 horas. Para el uso de maquinaria, hay que respetar la horquilla entre las 8:00 y las 20:00 horas. Se puede llegar hasta un límite de 35 decibelios en el horario diurno y 30 en el nocturno.
¿Y los domingos?
Se pueden hacer obras en un horario más reducido que de lunes a viernes. Para ser más exactos, de 9:30 a 21:00 horas. A pesar de que haya aislamiento acústico en la vivienda, las obras pueden llegar a sobrepasar los límites de decibelios fijados por la ley. Para evitarlo, es importante tener en cuenta estos consejos:
- Pedir la licencia o comunicarlo al ayuntamiento. Se puede colocar un sonómetro para asegurarse de que no se sobrepasen los decibeles establecidos por ley.
- Trasladar a la comunidad de vecinos la información sobre la duración y envergadura de las obras.
Es obligatorio atender a todo lo anterior aunque sea un piso de alquiler. Como imaginas, cada ciudad tiene su propia normativa pero, de forma general, las molestias por ruido pueden implicar sanciones económicas importantes.